Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

El Sr. Presidente del Consejo de Ministros (Sagasta): Bien comprenderá el Sr. Conde de Canga Argüelles, que suscita, como por incidencia, una cuestión de suma gravedad, a la cual no sé si debo dar contestación cumplida, por las mismas dificultades que tiene la resolución del problema y la complejidad que lleva consigo esta importante cuestión, que obligarían realmente a entrar en un debate con toda la extensión que la misma cuestión reclama; y no sé si es momento oportuno éste de abordar asunto tan difícil y complejo.

Pero de todas maneras debo decir al Sr. Conde de Canga Argüelles que, en lo que se refiere a la asociación que se llama anarquista, que tiene por objeto destruir los fundamentos esenciales sobre los cuales descansa la sociedad actual, claro está que la sociedad, el Estado, y por consiguiente las fuerzas de la sociedad y del Estado, han de estar enfrente de esa asociación.

Mas no tengo noticias de que haya en España ninguna asociación con este título; podrá haber alguna con otros y que se haya establecido dentro de le ley con otro objeto, porque las asociaciones no pueden establecerse dentro de la ley sino para objetos lícitos, y claro es, que no es objeto lícito destruir los fundamentos en que descansa la sociedad actual. De manera, que si existe alguna sociedad con tales fines, repitiendo que el Gobierno no lo sabe, el Gobierno, dentro de la ley, procurará impedir el desenvolvimiento de sociedad semejante.

De todos modos debe tener entendido el Sr. Conde de Canga Argüelles, como todos los Sres. Senadores, que este Gobierno, que todos los Gobiernos que se sienten en este banco, cualesquiera que sean las ideas que representen, han de estar enfrente de una asociación que tiene un objeto semejante.

Esas asociaciones están fuera de la ley; lo que hay es, que dentro de las ideas del partido liberal no puede perseguir a las individualidades, ni siquiera a las colectividades, mientras éstas no salgan de la ley, porque no considera a los partidos ni a las asociaciones como legales o ilegales, sino que considera legales o ilegales los actos que realizan; y contra los actos que realicen esas sociedades está este Gobierno, como lo estarán todos, dispuesto, no sé si a aniquilarlas, pero, en fin, a impedir que lleven a acabo su criminal propósito.

Desearía que estas sencillas palabras satisficieran al Sr. Conde de Canga Argüelles; y sin perjuicio de que, cuando llegue el momento oportuno, el Gobierno explane sobre esta cuestión, como sobre todas las demás con ella anexas, sus ideas, y, no solo sus ideas, sino su pensamiento, y caso necesario los procedimientos que piensa emplear, termino por hoy mi respuesta al Sr. Conde de Canga Argüelles. [2868]